5 razones para no publicar fotos de tus hij@s en Internet

Imágenes sin control
Tú decides qué fotos hacer a tus hijos e hijas y cuáles subir a internet pero no puedes manejar dónde terminarán esas imágenes. Por eso debes pensar muy bien antes de presionar el botón publicar ya que podrían ser utilizadas para fines diametralmente opuestos a los que tenías tú al subirlas a redes sociales: actividades comerciales sin consentimiento o delitos como la suplantación de identidad, la extorsión, los robos, secuestros o la explotación sexual infantil. Suena grave. Lo es.

No todo debe ser viral
Si la mayor parte de las fotos que publicas muestran situaciones personales y familiares y no pretendes que se hagan famosas o se viralicen, es mejor que tu cuenta sea privada y permitas acceso a esas fotografías sólo a personas conocidas. Esto también corre para las fotos de vacaciones que entregan mucha información sobre tus actividades. Si lo piensas bien, el álbum familiar se valora en la intimidad del hogar. Habría que preguntarse si es necesario o inofensivo cambiar eso.

Reglas familiares
No compartas fotos de hijas e hijos de otras familias. Cada hogar tiene sus reglas y en el caso de las imágenes que se publican en las redes debería tenerlas… y tú respetarlas. Si decides junto a tu familia mantener a tus niñas y niños lejos de las redes sociales plantea cada vez que sea necesario tu deseo de que los otros respeten esa decisión en lo que a ustedes respecta. ¿Exagerado? Nunca es exagerado proteger los derechos de tus hijas e hijos.

No les expongas
Aunque nos llenen de orgullo y amor las imágenes de nuestros hijos e hijas, sus tiernas fotos de infancia pueden con el tiempo convertirse en motivo de vergüenza y burlas para ellas y ellos al sacarlas de su contexto emocional y temporal. Ponte en su lugar, sobre todo en el caso de las y los adolescentes, y respeta su privacidad y también protege la memoria y los afectos familiares.

Especial atención
Aunque nos parezcan inofensivas, nunca debes subir a internet fotografías de NNA desnudos o con poca ropa, tomando un baño en casa, en la playa o la piscina. Aunque tú no tienes malas intenciones al compartir esas imágenes, existen muchos ejemplos negativos vinculados con su uso para propósitos torcidos y crímenes como la pedofilia y la explotación sexual infantil.